Nuevo año, nuevos desafíos

31 ENE 2024

Empezamos un nuevo año y con ello, las personas que tenemos la responsabilidad de dirigir una empresa, nuevos desafíos. Llevo liderando Grup Pitagora desde hace 20 años, y para mí no hay nada más gratificante que ver cómo la empresa crece, se transforma y evoluciona año tras año.

Las direcciones y los equipos directivos debemos ser conscientes de cuáles son nuestros roles. Si en algún momento tenemos el sentimiento de que no estamos dándolo todo, quizás es hora de dar un paso atrás. En el transcurso de la vida de una empresa hay buenos, menos buenos y malos momentos. Para dirigir una empresa se nos requiere de habilidades y conocimientos. Una habilidad importante es la resiliencia, pero cuando uno siente pasión por aquello que hace, las posibles barreras y dificultades son “más fáciles” de sortear.

Además de tener habilidades y conocimientos, debemos dirigir nuestras empresas con valores. A destacar cuatro:

  • Humildad. Debemos dirigir con humildad y ser conscientes de nuestras habilidades y talentos para estar al frente de una compañía, pero sin utilizarlos para sentirnos “mejores”. Necesitamos tratar a nuestro equipo con el respeto que merece. Recordemos en todo momento lo que nos ha costado llegar donde estamos.
  • Dando ejemplo. Si queremos que nuestro equipo esté implicado y motivado, las primeras personas en estarlo debemos ser nosotras. Si queremos que nuestro equipo tenga una orientación a la calidad, intentemos nosotros ser los primeros en ser excelentes. Si queremos que nuestro equipo tenga una visión clara de cuán importantes son los clientes, realicemos nuestra gestión con dicho enfoque. Si no, estamos enviando un mensaje contradictorio, por tanto, confundiendo el foco a nuestro equipo.
  • Sin miedo. Una de las cosas más peligrosas y limitantes es el miedo. El miedo es irracional. Y sí, cuántas veces he tenido miedo por decisiones que he tomado, pero el miedo no me frenó y las apliqué. Es muy importante tomar consciencia de este sentimiento, la repercusión final puede ser paralizar el avance de la compañía, con todo lo que significa. Sí, a veces hay que tomar decisiones duras, complicadas, pero que permitirán poder mantener vivo el proyecto. Seamos valientes.
  • Siendo uno mismo. Fingir, pretender, maquillar…; no queramos ser algo que no somos. Este fingimiento, pretensión, maquillaje… no va a perdurar en el tiempo y va a comportar un malestar en nosotros y en el equipo, pero al mismo tiempo es necesario que no nos frene en visualizar en quienes queremos llegar a ser. Seamos conscientes de nuestras fortalezas y debilidades y tratemos de mejorar, pero siendo auténticos.

Las empresas tenemos la obligación de crear riqueza, entendiendo la palabra riqueza en su máxima expresión; no se consigue sin un liderazgo fuerte, enfocado a resultados y equipo, afín a los valores de la empresa, y siendo conscientes de las repercusiones de nuestras decisiones en nuestra sociedad.

 

Marta Coronas

Directora General Grup Pitagora